ROMPIENDO LAS REGLAS - MARÍA MARTÍNEZ

SINOPSIS

Tyler es sexy, inteligente y seguro de sí mismo. Cabreado con el mundo, su carácter es impredecible. Los tatuajes de su cuerpo son el recuerdo constante de todo lo que ha perdido, de los errores que jamás podrá perdonarse y de los deseos que nunca logrará cumplir. Ha aprendido del peor modo posible que amar significa sufrir, y que el único modo de sobrevivir es regirse por sus propias reglas.  es lista y divertida, un poco cínica, y no le importa lo que los demás piensen de ella. Sabe cuáles son prioridades, sus expectativas, y tiene muy claro la clase de vida que quiere vivir. Pero bajo esa apariencia de seguridad y control, se esconde un corazón roto y asustado que intenta proteger a toda costa. 

Han pasado casi dos años desde que Tyler y Cassie se vieron por última vez. Ninguno está preparado para el reencuentro, para aceptar que la atracción que una vez sintieron sigue ahí, bajo la piel, imposible de ignorar. Enamorarse sin remedio parece inevitable; pero, a veces, el amor no es suficiente.

► ¿Habéis leído ya Cruzando los límites? ¿Os gustó? Pues en mi opinión, esta es mejor y os gustará más. Descubrí a María Martínez cuando leí Cruzando los límites y pensé que tenía ante mí una nueva buena escritora. Ahora, después de haber leído este segundo libro, se afianza como otra escritora favorita mía. Considero que sus portadas son muy bonitas, los títulos en grande con esa tipografía informal, el sentimiento que transmiten las portadas de no poder resistirse a un abrazo o un beso y los colores tan marcados hacen que el conjunto sea precioso.

Y ahora hablemos de la historia... En esta "segunda parte" seguimos en el mismo pueblo y con el mismo grupo de amigos de el barrio pero los protagonistas en este caso son Cassie y Tyler. ¡Esto quiere decir que sabremos como siguen Caleb y Savannah!

Han pasado casi dos años desde el final del libro anterior por lo tanto ahora él tiene 23 años y ella está apunto de cumplir los 21. La historia empieza junto cuando se acaban las clases de la universidad y Cassie vuelve a Port Pleasant, a su casa, a pasar el verano.

La relación entre Cassie y Tyler la definiría como magnética. Se atraen sin poder remediarlo, se sienten aun sin verse, necesitan hablarse aunque sea para molestarse mútuamente. Quizá es debido a que tienen un carácter muy parecido, un carácter fuerte, ambos tienen genio y Tyler sobretodo tiene mucha picardía, eso hace que los diálogos entre ellos sean muy intensos, picantes y divertidos.

"-Tu nunca eres agradable.

-Sí que lo soy, ahora mismo lo estoy siendo; y no me interrumpas. Iba a decirte que te lo demostraré invitándote a cenar, incluso te abriré las puertas y diré cosas cursis.

-¿Cómo qué?

-No sé, cosas como...<<Oh, por supuesto que no me importa que te comas mi postre, después de que me hayas asegurado que no te apetecía nada más>>. O...<< Claro que puedes poner a Savage Garden en mi radio durante toda la noche, son un clásico y no me dan ganas de vomitar>>. O... <<En realidad no te estoy mirando las tetas, sino tu corazón. Me encanta tu corazón>> -comentó mientras se inclinaba sobre su escote.

Cassie se tapó la cara con la mano y lo apartó muerta de la risa. Sus ojos chispeantes se clavaron en él. Tyler también se echó a reír.

-Déjalo. Me conformo con que me invites a cenar."

Destacaría de Tyler que tiene unos principios muy marcados que le vienen de familia. A los amigos los considera su segunda familia pero para él, la familia de sangre es lo más importante. Para Cassie en cambio la familia carece de importancia ya que ha tenido falta de cariño por parte de ésta durante toda su infancia y adolescencia. Noto un "quiero y no puedo" en Cassie ya que tiene asumido que su madre no piensa mucho en ella, pero no dejará de intentar acercarse a ella para buscar apoyo o cariño.

Dejando de lado la familia, ambos protagonistas han tenido malas experiencias en el pasado, tanto amorosas como no, y eso les ha marcado. Ninguno de los dos quiere una relación sería, se creen rotos por dentro y pactan ser amigos con derecho a roce, lo que no tienen en cuenta es que el roce hace el cariño y se les irá de las manos porque poco a poco, el uno irá calando hondo en el otro y al revés. Cuando se den cuenta será demasiado tarde para dejar de lado esos sentimientos pero aun así la culpa y los miedos ganan. 

Lo que me transmite María con esta historia es que es posible vivir el presente sin que te pese el pasado, hay que encontrar la manera de aceptar lo que pasó y aprender a vivir con ello día a día porque la vida continua y no hay que dejar que las cosas buenas pasen de largo.

Por intensa, por divertida, por la historia tierna y aventurera de los protagonistas, por las idas y venidas y por la sorpresa que esconde (que me ha costado omitir esa parte de la trama que te deja sin palabras), esta es una lectura recomendadísima. 

¡Feliz lectura!

"-Lo estoy pasando muy bien, Ty. Gracias por un día estupendo.

Las mejillas de Tyler enrojecieron. Se pasó las manos por la cara e inspiró hondo hasta llenar sus pulmones de aire. De repente, dejó escapar un gruñido, ronco y profundo.

-¡Dios, no puedes decirme algo así y esperar que sea bueno contigo! Se giró hacia ella, la agarró por la cintura y tiró de su cuerpo hasta colocarla a horcajadas sobre sus caderas. Cassie gritó y trató de resistirse. Aprovechándose de que era más fuerte, él la retuvo por las muñecas contra su pecho. Notó las palmas de sus manos frías sobre la piel y se estremeció. Se miraron a los ojos.

-Dame un beso -susurró Tyler.

-No.

-Solo uno.

-Ni de coña.

-Uno sin lengua -insistió él con voz urgente.

Cassie apretó los labios para no reír. Abrió los dedos sobre su pecho y notó el latido de su corazón, fuerte y acompasado. Su propio corazón también se aceleró al darse cuenta de que él se estaba excitando bajo ella. El rubor le calentó la piel y la adrenalina corrió por sus venas. No había antídoto en el mundo que pudiera salvarla del veneno que Tyler era para ella. Para lo que le hacía a su cuerpo. Él le soltó las muñecas y apoyó las manos en sus caderas, con un gesto posesivo que ella ya empezaba a echar de menos."