SIETE BESOS - KATE DANON (SUMMER LOVE)

SINOPSIS

Una novela diferente y entretenida en el que conoceremos la historia de Paula y Álex, contada como se la imaginaría cada una de las tres autoras. La única premisa: en las tres historias los dos personajes tienen la misma edad y su romance sucede en Mallorca, un destino veraniego que incita al amor más pasional. 

► Hoy os traigo la segunda historia que forma parte del libro Summer love, está escrita por Kate Danon y se llama Siete besos. Ya os conté en la entrada anterior que hablaría de cada una de las historias por separado, al ser historias independientes totalmente creo que cada una merece su tener su protagonismo. Por si algún despistadillo no ha leído la reseña anterior, la gracia de estas tres historias recopiladas en un mismo libro es que los protagonistas tienen en común el nombre y la edad y que la trama se desarrolla en el mismo lugar.

Después de este pequeño recordatorio, centrémonos en la historia de hoy. De nuevo tenemos a Álex y Paula, he de decir que me costó desconectar del Álex y Paula de la historia anterior, al llamarse igual seguía con las mismas características y personalidades en la cabeza hasta que me sumergí bien en la nueva historia.

Esta vez la historia nos la cuenta tanto Paula como Álex, es bonito saber lo que piensa y siente el chico ya que en muchos libros es la protagonista la que nos narra la historia.

Todo empieza con un encuentro inesperado entre ambos en las Cuevas del Drach, en Mallorca. Paula trabaja ahí y Álex está acompañando a una visita. Tras la sorpresa del encuentro vienen los recuerdos tanto buenos como malos, ambos piensan que el otro no les ha reconocido y así pasará el rato hasta que Álex de el primer paso y se acerque a confirmar lo que sospecha. 

Lo siguiente que conoceremos será la historia que vivieron en el pasado y es que el libro da un salto en el tiempo y nos transporta a 2005, diez años antes. Está es la historia que dejó marcada a Paula, no llegaron a tener una relación pero hizo que ella no volviese a confiar en ningún chico.

"Cuando le pidió a Paula el primero de sus besos, y ella se asustó como un conejo ante los faros de un coche en la carretera, comprendió todo el daño que le había hecho."

Cuando volvemos al presente retomamos la tarde en Cueva del Drach. Álex se encontrará con una Paula muy resentida y dolida y aunque ella no quiere saber nada de él, él si que quiere disculparse. A pesar de las negativas de ella, la tarde acabará de la forma más inesperada posible y las tornas se girarán. Es curioso como el destino puede jugártela. Un día era Álex quien le pedía un favor a Paula y ella aceptaba pero a cambio le pedía algo (chantaje en toda regla ya que jugaba con ventaja viendo la desesperación del otro). Al cabo de los años, 10 concretamente, la historia se repite pero a la inversa, y esta vez, la madurez le hace ver lo absurda que puede ser la situación.

Me ha encantado el carácter de Paula, tanto con 14, siendo curiosa e inocente y con los problemas propios acorde a la edad, como con 24, que sigue siendo una chica directa y sin pelos en la lengua aunque un pelín desconfiada e insegura. En Álex también notaremos el cambio, sobretodo en la madurez.

De todos los personajes secundarios me gustaría destacar a Carol, la mejor amiga de Paula, y es que sin ella, qué diferente habría sido la historia. Es la amiga que te da el empujón para reaccionar, la que te conoce tan bien que sobran las palabras y te ayuda sin necesidad de pedirlo.

Tras todo esto, solo puedo os puedo animar a que lo leáis para descubrir las promesas y embrujos que se esconden en esta historia.

¡Feliz lectura!

"-¡Madre mía! ¿Álex? -preguntó, encendiendo la lámpara de la mesilla antes de correr para ayudarle a ponerse en pie.

- Sí, soy yo. Pero un yo mucho más viejo, por lo visto.

Hace diez años esto me costó mucho menos y no me dio el tirón que acaba de darme en la pierna. Joder... -se quejó, frotándose en la parte posterior del muslo derecho. [...]

-Voy a decirte algo que quizás te sorprenda un poco -le espetó, con voz tirante-. Hay una puerta abajo, con un timbre, y si llamas aparece alguien al otro lado para abrirte. [...]

-Pensé que sería más romántico de este modo...aunque me olvidé de que ya no tengo diecisiete años."