NI TU ROMEO, NI YO JULIETA - SYLVIA MARX

SINOPSIS

Acabo de pillar en la cama a mi novio con mi mejor amiga. Cabreada, cojo las llaves de su coche y me largo. Poseída por el espíritu de los Metallica, piso el acelerador a tope, no consigo frenar a tiempo, ¡y me llevo a un motero por delante! Todo lo que viene después es un absoluto caos. El motorista (un tipo duro, que reconozco que me pone) parece ser un fugitivo y lleva documentación falsa. Pero yo, la rebelde Julia que ha robado el coche de su novio y lo ha estrellado en plena noche, no bajo la guardia con él. ¡Que se fastidie! Un accidente muy heavy, una llamada imprevista, un extrañísimo funeral y un concierto de rock pueden cambiarte la vida, ¡te lo juro! Pero aviso, que nadie se equivoque: ni él es Romeo, ni yo una frágil Julieta.

► ¿Qué harías si pillases infraganti a tu novio y a tu mejor amiga juntos en la cama? A Julia, la protagonista de esta historia, no se le ocurre otra cosa que coger las llaves del coche de Víctor (su hasta ahora novio) e irse con el coche. Decide refugiarse en casa de sus padres, con los que no se lleva muy bien, y de camino tendrá la mala suerte de llevarse por delante a un motorista.

¿Qué harías si fueras el motorista al que acaba de atropellar Julia, ves que tu moto no arranca y sospechas que la chica ha podido robar el coche? ¿Llamas a la policía? Xabi, el otro protagonista, no les llama. ¿Por qué? Porque algo trama, algo esconde...y Julia quiere averiguarlo. 

A raíz del accidente los planes de ambos para próximas horas o incluso días se verán afectados. Julia, al haber dejado sin moto a Xabi, se verá en la obligación de acercarlo hasta donde se dirigía. Mas tarde, Julia estará en un aprieto y le pedirá ayuda a Xabi. Y así...como el roce hace el cariño, se encapricharán mútuamente. Los problemas en los que se verán envueltos son de lo más raro y sorprendentes...Un funeral al que hay que asistir de blanco, con música rock en directo y unas cartas muy reveladoras que trastocarán la vida de Julia.

Julia es una joven de 29 años, una chica rebelde, valiente, que defiende sus ideales y que no tiene el cariño de su familia por no seguir sus normas. Es transparente, dice lo que piensa y no se amilana ante nadie.
Xabi es un chico de 35 años, encantador, atento pero parco en palabras. A la hora de hablar es conciso, no es hablador sino que es de los que prefiere escuchar.

Como personajes secundarios a destacar resaltaría los padres de Julia, su madre intentará siempre calmar las situaciones tensas y su padre es un gruñón que solo le importa el que dirán. La tía de Julia, a su manera, también tiene cierta importancia en la historia y el hermano, que le dará un toque de humor en los momentos en que quiere chinchar a su hermana.

Me hubiera gustado que cerrase un par de temas, por ejemplo el de Aitor y Gloria. Aparecer en la historia no aparecen, pero si que son nombrados y con lo bien que ha desarrollado toda la historia, seguro que les habría sacado mucho partido. Y por otra parte habría acortado alguna escena de la "fiesta despedida".

Toda la historia transcurre en apenas 4 días, pero está tan bien desarrollada y ligada que es creíble todo.

Es la primera novela que leo de Sylvia Marx y solo puedo decir que me ha gustado mucho; me enganchó desde el principio. Quizá pega un pequeño bajón a mitad de novela pero luego remonta. La sensación final que me ha dejado el libro es muy buena. Es una historia sorprendente, original, atrevida, llena de aventuras que os hará reír y enamoraros del protagonista.

¡Feliz lectura!

"¿Qué te pasa, no subes? -Frunció el cejo al percatarse de que estaba allí de pie, inmóvil, observándolo-. El casco...

Se subió a la moto y esperó, con el suyo en la mano todavía.

Puede que no fuera el momento ni el lugar, pero yo no fui la que lo elegí. El instante me eligió a mí para avanzar dos pasos hacia él, buscando su mirada con ternura. La encontré tal como yo pretendía. Una visión tan limpia, sincera, de aquellos ojos azul gris que ahora me traspasaban en busca de una explicación. Avancé hacia él hasta rozar mi cuerpo con el suyo. Dejó caer los brazos a los lados, mientras yo ponía mis manos en sus hombros, sin prisa, con la certeza de que eso era lo que yo quería en ese instante. Intuyó la importancia del momento, a juzgar por su seriedad tranquila. Las frías palmas de mis manos sostuvieron con delicadeza su cuello, para mantener aquella mirada en mis ojos."